Cómo criar a un hijo verdaderamente feliz

Cómo criar a un hijo feliz: Ser un buen padre no significa darle todo sobre su hijo, incluidas sus ideas caprichosas, o dejarse llevar por sus exigencias y manipulaciones. Por el contrario, un buen padre educará a sus descendientes, los ayudará a convertirse en personas emocionalmente fuertes en el futuro y se preparará para lo bueno y lo malo que les traerá la vida.


Enséñale a soportar la frustración. No todo en la vida es bueno. Debemos vivir buenos y malos momentos. Para crecer como seres humanos, no solo debemos poder disfrutar de los buenos momentos que nos depara la vida, sino que también debemos saber afrontar esas situaciones desagradables.

La tolerancia a la frustración es una de las habilidades que nos permite afrontar la vida,

y es fundamental para resolver problemas y aprovechar los momentos difíciles para crecer como seres humanos. Cultivar la tolerancia a los contratiempos es desarrollar la resiliencia y la capacidad de superar los problemas. Las personas con poca tolerancia a la frustración son susceptibles al dolor emocional, fácilmente impulsivas y tienen dificultades para adaptarse a las circunstancias cambiantes. Por eso, es importante educar en valores, como trabajar duro, ser coherente y predicar con el ejemplo, poner límites a tus hijos.

Reconocer el punto de vista del niño y simpatizar con él.

Imagine everything that WordPress can do is available to you quickly and in the same place on Los niños también tienen emociones. De hecho, Paul C. Holinger, profesor de psiquiatría en Rush-Presbyterian-St. Luke identificó nueve «pistas» en Chicago, y los niños usan estas «pistas» para expresar sus sentimientos. Es decir, los padres pueden comparar los sentimientos de niños y adultos, sin mencionar que su desarrollo psicológico aún está en pañales.


Comuníquese y escuche a su hijo

El autor cree que cuando su hijo golpea a su hermano o le lanza un juguete, significa que está angustiado, esa es su forma de expresión. Aunque su respuesta pueda parecer desproporcionada, reconocer las señales que nos envía nuestro hijo nos ayudará enormemente a tratarlo de manera adecuada. Simpatizar con su hijo es la clave para generar confianza y convertirse en un buen padre.

Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza, dirígeme por amor a tu nombre.

Salmo 31:3

Aunque reconocer las emociones de su hijo y simpatizar con él es positivo para su felicidad, también lo es comunicarse y escuchar lo que tiene que decir. Los niños necesitan sentirse importantes y amados, por eso es mejor escuchar lo que tienen y comunicarse adecuadamente para expresar confianza y fortalecer los lazos emocionales. No cedas a las rabietas Parece que ceder a las rabietas es la mejor opción para que su hijo se sienta bien, pero es una forma de reforzar el comportamiento negativo. Si cedemos a las rabietas, le dejamos entender que puede conseguir lo que quiere con rabietas o llorando. No renunciar a todo de antemano puede ser una buena opción para que nuestro hijo empiece a prestar atención a las cosas. Pase tiempo con su hijo Los niños deben prestar atención al amor de sus padres por ellos, porque la imagen de los padres es necesaria para el desarrollo saludable de los niños. Pasar tiempo con sus hijos es beneficioso para ambas partes, lo que aumenta la confianza entre ustedes. Léale cuentos a su hijo, juegue con él, enséñele cosas nuevas, llévelo de excursión y juegue con él.

Pon límites

Establecer límites puede parecer malo, pero los niños deben tener un cierto grado de disciplina para comprender que la vida tiene límites. No pueden hacer lo que quieren cuando quieren, por lo que saben lo que deben hacer y cuánto pueden caminar. . obtener. Los padres demasiado tolerantes no son buenos, porque los niños necesitan un modelo que guíe su comportamiento. Alabado sea sus logros Para que un niño sea feliz, debe tener un alto grado de autoestima y confianza en sí mismo, que le permita afrontar los momentos desagradables de la vida. La gente suele enfatizar los malos momentos de nuestros hijos, pero también debemos elogiar esos comportamientos positivos para darles retroalimentación y como una forma de recompensarlos por hacerlo bien.