Mensaje de Jesús para ti y para tu familia

Una historia que nos invita a creer plenamente en Jesús. ¿Por qué estás confundido y ansioso por los problemas de la vida? Déjame ocuparme de todo de ti, todo será mejor para ti. Cuando te entregues a mí, todo se arreglará pacíficamente de acuerdo con mi plan.


No te desesperes, no me digas una oración emocionada, como si quisieras pedir que tu deseo se cumpla.

Cierra tus ojos cariñosos y dime con calma: «Jesús, creo en ti».

Evite preocupaciones, angustias y pensamientos sobre lo que podría suceder a continuación.

No estropees mi plan, quieres imponerme tus ideas. Déjame ser Dios y moverme libremente. Entrégate a mí con confianza. Descansa en mí y mantén tu futuro en mis manos.

Dime a menudo: «Jesús, creo en ti».

Lo que más te duele es tu razonamiento, tus propios pensamientos y el deseo de resolver los problemas a tu manera. Cuando me dices: Jesús, creo en ti. No le pida al médico que lo cure como a un paciente, pero sugiera cómo hacerlo.

«Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.»

Salmos 119: 105

Déjate abrazar en mi sagrado abrazo, no temas, te amo. Si ora, pero aún piensa que las cosas están empeorando o se están complicando, continúe creyendo. Cierra los ojos y confía en el alma. Sigue diciéndome: «Jesús, creo en ti».

Necesito liberar mis manos para actuar. No me ates con tus preocupaciones inútiles. Lo que quieren las fuerzas oscuras es enfadarte, torturarte y quitarte la paz.

Confía en mí y entrégate a mí. Así que no te preocupes, arrójame todo tu dolor y duerme plácidamente. Dime siempre: Jesús, creo en ti, verás grandes milagros. Te lo prometo mi amor.